viernes, 17 de julio de 2009

Hasta siempre compañero...


Hoy fuí a verlo al hospital, cuando me vió entrar me guiñó el señalero y levantando la bandera ( a modo de "dedito pa´rriba") me dijo que estaba todo bien; él y yo sabemos que no es así.
Me senté en él y con voz suave le expliqué que había mucha gente en la calle esperando que volviéramos, que nos necesitaban, y con un cambio de luces me dijo que nos iríamos al toque, le susurré que no había apuro, que se lo tomara con calma.

Ya fuera del cuarto-taller y sin que me escuchara le pregunté al médico su estado real; " son sus últimos coletazos, le pusimos valvulina intravenosa pero su transmisión no la admite, le suministramos aceite en el suero pero se debilita cada vez más, su corazón ya no modera, el tratamiento es largo y no hay garantías de muchos kilómetros más."
Salí de allí esquivando trasmisiones, cajas de cambio y motores desarmados tirados en el piso, con el espejo en la mano y una lágrima brotando de mis inyectores.


Fué, es y será un compañero entrañable, pasamos las mil y una pero nos divertimos juntos; no tengo valor de decirle la realidad ( estoy seguro que no hace falta); mi vida seguirá en otro taxi, en las mismas calles pero no sé si graparé mis manos a otro volante, si al próximo taxi le preguntaré si levantamos a ese pasajero que no tiene buena pinta como hacía con mi fiel compañero (siempre me cantaba la justa).
Pero eso sí, cada vez que me llame mi ex compa del alma seguirá apareciendo en mi celular la foto "213".

-"Buenos días, perdone que le moleste, le llamo por el anuncio, ¿busca taxista?"...

7 comentarios:

Raúl Paulís dijo...

...cuando me llegue la hora y nos encontremos en el infierno volveremos a bajar la bandera juntos...

Cris dijo...

Bueno, uno también se apega a las cosas materiales, y piensa que no va a poder vivir sin ésto o aquello, y al fnal todo es tan distinto.

Unknown dijo...

muy bueno!!!! uno de los mejores que he leido de tu autoria!! lástima el comentario pésimista que hiciste.

Raúl Paulís dijo...

siempre tuve la idea que el infierno es mucho más divertido que el cielo, no es pesimismo,al contrario...

Anónimo dijo...

Todos hemos perdido a álguien especial alguna vez.
Por cierto... si las cervezas se sirven en el infierno... no tengo dudas

Helena

Marilyn Días Capó dijo...

Que lindos los dos temas del quebranto y muerte del compañero. Y te entiendo, siempre a mis autos les he puesto nombre, alguna gente se burla, eso es inevitable. Pero cuando estoy adherida al pesado volante de Marierta, somos una, a campo abierto, derrapando aquí y allá, tratando de evitar las piedras "Tú podés, Marieta" "Dale que podés" cuando una rueda parece patinar o se desrumbea. ES bueno todo lo que escribes y demuestra sentimientos profundos. Me gustan los seres humanos que dentro de su rudeza exterior envuelven una gran sensibilidad, como es tu caso. Es bueno recordar con cierta nostalgia el pasado, porque es bueno recordar el pasado, porque todos lo tenemos, y aprender a amarlo es parte de reconciliarse con el presente.

Raúl Paulís dijo...

La nostalgia del pasado es el trampolín para el salto al presente